Acabo de terminar de editar un video que procrastiné por más de 2 meses. Ayer terminé grabando la voz en off en una escalera de la puerta de entrada de un departamento abandonado (o eso parecía).
No sé si puedo decir que terminé porque no estoy para nada de acuerdo con el resultado. La edición es desprolija, estaba enojada y se nota en mi voz (entre varias otras cosas más que no me convencen).
Pero necesitaba ponerle check y seguir con las otras cosas que tengo que hacer. Porque si fuera por mí sigo infinitamente hasta vaya a saber uno cuándo. Y eso es tan típico de mí: pateo y pateo algo pero cuando me siento hacerlo no lo suelto.
Me enojé tanto ayer. No te puedo explicar. Cada vez que le daba a grabar pasaba algo que interrumpía la grabación. Intenté en mi cuarto, en un patio, en un café, en un lavadero hasta que me fui a la calle a buscar alguna cuadra tranquila. Y cuando me ponía a grabar, de la nada salían bocinazos o música.
Algo que vengo procrastinando 2 meses tenía que terminarlo sí o sí ayer. Y no se pudo. ¿Cómo podía ser que cuando yo decido (por fin) hacer lo que había dicho que iba a hacer no se pueda? Lo escribo y me resulta tan gracioso que no me creo lo enojada que estaba ayer.
El enojo es una de las emociones incómodas que siento a veces en mi proceso creativo mientras estoy viajando.
De hecho, el pequeño atlas de emociones incómodas que compartí el otro día lo hice cuando estaba procrastinando otra cosa. ¡Te lo juro! Así que a veces pienso que no deberíamos sentir tanta culpa cuando procrastinamos.
De eso va un poco el video que hice: “Procrastinadora serial”. Y el sábado también salió el tema de la procrastinación en el cierre de mes que hicimos con quienes participaron de la sesión de Agosto. Que dicho sea de paso, ya estamos en Septiembreeeeeeee. ¡Tremendo!
Bueno la cosa es que en este momento voy a publicar el video este que te digo. Estoy conforme? No. Pero estoy segura que me voy a sentir demasiado bien cuando le de click a publicar y lo tache de mi mente.
Sin embargo, sin embargo (dos veces si) creo que lo que puedo rescatar es que salió una suerte de podcast visual. Es decir, si querés verlo sin sonido se puede, son como fotos del caribe y, si querés escucharlo sin verlo también se puede.
Así que señoras y señores, esta procrastinadora serial da por terminado este ciclo (para comenzar a procrastinar otra cosa que se le ocurrió).
No te robo más tiempo, espero empieces excelente este nuevo mes y que no sientas culpa por procrastinar (por lo menos esta semana).
PD: si querés ver el video del que te hablo lo voy a publicar ahora acá.
Gracias por compartir Danna! Linda invitación a viajar en imágenes, sonidos por aquellos lados y con tu voz nos invitas a reflexionar. (Pues de este lado un poco cansada de escuchar la vida tiktokizada en la que hablan en 4 minutos en x2 velocidad). Sinceramente me encantó el recap de tu estadía allá. Creo que a veces caemos en la trampa de estos tiempos que parece que si no lo registras o no lo mostrás en el momento nunca existió (y eso sabemos no es verdad). Más que procrastinadora te veo como "Dora" la creaDora de un presente con full experience de conexión a las personas y paisajes del Caribe. Nos falta (te lo digo me lo digo) darnos Permiso a no tener que registrarlo todo, yo también hice un viaje hace tiempo y casi que no lo grabé o mostré del todo pero como te explico que lo tengo todo registrado en el iris y en el corazón que me lo reproduce cada vez que me acuerdo. También hice un resumen video cuando me volví después de ocho meses en Italia. Quizás el hecho de compartirlo lo empecé a tomar como un ejercicio de videojournaling, como una forma de bitácora del camino recorrido, de la que fui o soy, que me recuerde hacia donde voy, la que quiero ser (con el permiso de tener la posibilidad de volver a cambiar de plan u opinión) y que me haga valorar donde hoy estoy. Abrazo desde Córdoba!